Somos conscientes que la pobreza,
la discriminación, el desmembramiento familiar, el abandono y múltiples
factores adversos violan sus derechos y socavan su bienestar. Por ello, las
políticas de inclusión social dirigidas a poblaciones vulnerables son la clave
para la búsqueda de la equidad. Este es un tema básico que cualquier gobierno
local, regional o nacional debe tener en cuenta.
Este año, tendremos la oportunidad
elegir a nuestro próximo gobernante, urge por ello, que conozcamos que deben
hacer y cuáles son sus propuestas. No
podemos quedarnos en escuchar simples discursos necesitamos conocer cuáles
serán las acciones que proponen. Hoy más que nunca necesitamos gobernantes que
garantice el cumplimiento de los compromisos asumidos en los convenios
internacionales, principalmente la Convención de los derechos del niño del 1989
con su respectiva observación general N°7, del 2005. Aunado a ello, es
necesario para poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad y la
injusticia, la corrupción y hacer frente al cambio climático.
Son compromisos ambiciosos, pero
son necesarios cumplirlos, se requiere
de una buena gestión que tomen decisiones oportunas y con rutas claras a
seguir. También es importante que todos los sectores avancen y se comprometan a
trabajar de manera concertada y articulada. Este es un tema que no solo convoca
al sector público, sino también al sector privado, a las empresas, a la
sociedad civil, a las organizaciones de base, todos debemos ser parte de los cambios y no quedarnos rezagados.
Es posible que los niños que nazcan
hoy tengan mayores oportunidades que los niños que nacieron hace veinticinco
años, no podemos negar que ha habido grandes avances, por muchos años se trabajó
para lograr que más niños sobrevivan y que disminuya la desnutrición, las
estadísticas nos dicen que hemos disminuido la mortalidad y la desnutrición
infantil. Pero sobrevivir no es suficiente, cada vida representa un conjunto de
potencialidades, una esperanza para mejorar la vida de los padres, de las
personas que los cuidan. Cuando criamos a un niño, nos hacemos más humanos y
responsables de nuestros destinos. Si
bien debemos velar por la salud,
protección y cuidado de los niños, esto no es suficiente nos toca darles
valores, escucharlos, acompañarlos, brindarles seguridad física y afectiva que
les permita desarrollar al máximo su potencial para que puedan pensar por sí
mismos, para que puedan tener iniciativas y puedan ser generadores de cambio,
en armonía e interacción con las personas que conviven.
El próximo mandatario del Perú, tiene que asumir un gran reto, continuar con la implementación de los diferentes instrumentos de política construidos multisectorialmente y que demandan una rectoría que les permita garantizar su cumplimiento. Entre los instrumentos de políticas está el Plan Nacional de Acción por la Infancia 2012-2021, que coloca al niño en el centro del interés de las políticas sociales y desde noviembre del 2015 se elevó a rango de Ley Nº 30362. Por otro lado, el Plan Nacional de Igualdad de Género 2012-2017, nos convoca a reducir las brechas de desigualdad, en el que hombres y mujeres tenemos los mismos derechos y somos responsables del cuidado de los hijos que traemos al mundo. Aunado a estos planes contamos con un plan estratégico nacional: El Perú hacia el 2021, que tiene como primer objetivo desarrollar capacidades y generar oportunidades para la población en proceso de inclusión social. Todos estos planes requieren de un sistema de seguimiento y evaluación integrado que permita dar cuenta de su cumplimiento y avances, garantizando un presupuesto que sea utilizado de manera efectiva y eficiente.
El próximo mandatario del Perú, tiene que asumir un gran reto, continuar con la implementación de los diferentes instrumentos de política construidos multisectorialmente y que demandan una rectoría que les permita garantizar su cumplimiento. Entre los instrumentos de políticas está el Plan Nacional de Acción por la Infancia 2012-2021, que coloca al niño en el centro del interés de las políticas sociales y desde noviembre del 2015 se elevó a rango de Ley Nº 30362. Por otro lado, el Plan Nacional de Igualdad de Género 2012-2017, nos convoca a reducir las brechas de desigualdad, en el que hombres y mujeres tenemos los mismos derechos y somos responsables del cuidado de los hijos que traemos al mundo. Aunado a estos planes contamos con un plan estratégico nacional: El Perú hacia el 2021, que tiene como primer objetivo desarrollar capacidades y generar oportunidades para la población en proceso de inclusión social. Todos estos planes requieren de un sistema de seguimiento y evaluación integrado que permita dar cuenta de su cumplimiento y avances, garantizando un presupuesto que sea utilizado de manera efectiva y eficiente.
En el Perú, contamos con
programas presupuestales que garantizan la inversión en la infancia, al 2015
hay 35 programas presupuestales relacionados con los niños, niñas y
adolescentes. Además, existen otros mecanismos de financiamiento que vienen
contribuyendo a contar con mayores recursos para la mejora de la calidad de
vida de la primera infancia. Uno de ellos es el Plan de Incentivos a la Mejora
de la Gestión y Modernización Municipal y otro es el Fondo de Estímulo al
Desempeño y Logro de Resultados Sociales (FED) (2). Todo ello es un panorama bastante alentador pero aún falta mucho por hacer, es
necesario seguir gestionando las políticas y programas con enfoques claros cuyo
interés superior sean los niños. No se trata sólo de crecer en coberturas sino
de garantizar la calidad y la pertinencia cultural de las intervenciones. Los
servicios de educación y salud requieren ser universales.
Es importante promover la
investigación como un mecanismo para acompañar los procesos de manera seria y
responsable, para aprovechar mejor los recursos destinados a la infancia y para
generar intervenciones efectivas que impacten en la vida de los niños, sus
familias y comunidades.
Si queremos que todos los niños
sin importar condición social, crezcan en entornos seguros, saludables y
enriquecedores, que les permitan desarrollar al máximo su potencial desde el
inicio de sus vidas necesitamos gobernantes que prioricen las políticas
sociales, que generen mecanismos de gobernabilidad, para trabajar de manera
articulada y eficiente.
La falta de acción para la
infancia contribuirá a continuar con el círculo de la pobreza y la inequidad,
romper el círculo de pobreza es un desafío que debemos asumir por el bien de nuestro
país.
(1) http://www.unicef.org/ceecis/crcgencommes.pdf
(2) http://www.sipi.siteal.org/sites/default/files/sipi_publicacion/sipi_ispi_peru_v2.pdf
(2) http://www.sipi.siteal.org/sites/default/files/sipi_publicacion/sipi_ispi_peru_v2.pdf
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