sábado, 27 de julio de 2013

Seguimiento a las gestantes y recién nacidos

Una historia para contar
Esta historia significó mucho en mi vida, en el año 2000, yo trabajaba en Cajamarca en el Proyecto Buen Inicio, visitamos una comunidad rural a 3 horas de la ciudad y contábamos con la camioneta del proyecto. Ese día nuestro trabajo era recoger información de las gestantes y cuando llegamos a la casa de una de ellas, justo en ese momento estaba dando a luz a una preciosa niña. Nosotros nos quedamos un momento con la familia y luego los dejamos para seguir visitando a otras gestantes. Unas horas después la familia de la puérpera nos avisó que no le bajaba la placenta y estaban muy preocupados, el puesto de salud más cercano no tenía condiciones para atenderla así que optamos por llevarla al Hospital de la ciudad, la decisión fue difícil pero algo se tenía que hacer. Durante todo el camino yo tuve en mis brazos a la recién nacida, cuando llegamos pedí a las enfermeras que la pusieran al lado de la mamá para que lacte, pero no dejaron que la bebe lacte, había que atender la emergencia materna y entonces le dije a su papá que la llevara a neonatología. Después no supe más, no me dejaron que me involucrara en el caso. Sin embargo, la mirada de la bebé se me quedó grabada en el alma.
Una semana después me enteré que la mamá estaba bien, pero lamentablemente la bebé había fallecido de neumonía a los pocos días que regresó a su casa. Eso me dolió mucho, me preguntaba qué pasó con la familia, que hizo el personal de salud que atendió a la puérpera?, Me preguntaba ¿por qué las intervenciones solo se concentran en las mujeres y no en los recién nacidos?, ¿qué debemos hacer para que esta situación no se repita? 
Esta historia marcó mi vida, me comprometió más en pensar cómo debemos trabajar con la familia y mejorar las capacidades resolutivas del personal de salud y en todas las instituciones que trabajan por el DIT. Actualmente en el Perú la mortalidad neonatal sigue siendo un problema, sobre todo en las comunidades rurales, es por ello, que el personal de salud tiene que estar capacitándose continuamente para atender a los RN, además el Programa Cunamás a través de las visitas domiciliarias está llegando a las familias de gestantes y recién nacidos y esto es un gran avance.
Hace unas semanas estuve en Cusco y pude ver cómo las acompañantes técnicos del Programa Nacional Cunamás habían logrado que una gestante asista a sus controles y su bebe nazca bien y también acuda a sus controles, esta es Rosita, esperemos que con el acompañamiento del programa y el buen trabajo del sector salud, se garantice buenas condiciones para que Rosita crezca y se desarrolle bien.