martes, 15 de enero de 2013

VIOLENCIA QUE ATENTA CONTRA EL DERECHO A JUGAR


 
 
 
 
 
 
 
Emma Aguirre. Lic. Educación Inicial
Grupo Impulsor de la Educación Inicial

Ayer  domingo  13 de Enero algunos titulares de periódico anunciaron un acto inverosímil para cualquier ciudad que se precie de civilizada: la quema de juegos infantiles de reciente inauguración por la alcaldesa  Susana Villarán,  en un parque de San Martín de Porres. En la nota de “La Primera” se afirma que la obra costó   314,000 soles  pero se ha perdido mucho más. Se han  perdido horas de juego para los numerosos niños de alrededor  que  este verano tenían en el parque  la posibilidad de jugar, de explorar , de moverse y compartir un espacio de entretenimiento, con otros del barrio y mejor  con sus padres al regresar de trabajar.
Seguramente los autores del siniestro  pensaron al cometer su fechoría  que son unos cuantos fierros quemados. Reconstruir el Parque tomará su tiempo en términos administrativos tal como funcionan las reglas de  toda la gestión pública.

Este hecho es una alerta: si los parques no son valorados y se pueden quemar sin que nada pase,  por cualquier disputa,  se evidencia qué poco vale para cierto sector de la  ciudad el INTERÉS SUPERIOR DE LOS NIÑOS MENORES DE 5 AÑOS,  a quienes  privarlos de un parque es como quitarles el desayuno escolar o la vacuna, pues los niños necesitan jugar como el aire para respirar.
Hoy, en una ciudad como Lima que crece aceleradamente hacia arriba, con departamentos  estrechos y madres y padres que pasan largas horas trabajando, contar con  juegos cerca de casa,   es recordarle a la ciudad que sus ciudadanos esos niños y niñas menores de 5 años también tienen derecho a gozar de servicios públicos.
No es la primera vez que tomo conocimiento de que por venganza se incendia un servicio para niños. Ya ocurrió algo similar en una disputa entre dirigentes de un asentamiento humano por la construcción de un establecimiento para  PRONOEI[1] cuya solución fue incendiar el local educativo también en el Cono Norte… y no pasó nada. ¿Es que los servicios públicos para menores de 5 años no son una inversión para el desarrollo humano de Bien Común? ¿Saben esas personas cuántas oportunidades de vida saludable se pierden cuando un niño no juega poniendo a prueba sus destrezas motoras?  A los autores del siniestro   ¿también les quemaron alguna la posibilidad de jugar y por eso lo repiten?

¿Vamos a volver a las épocas de destrucción  del Bien Común? No hace mucho hemos salido de uno de los más terribles períodos de violencia de nuestra historia, con lecciones que parece aún no aprendemos cuyas heridas no han terminado de cerrar.
Recordemos  las palabras de la Ministra de Justicia en una reciente entrevista con Chema Salcedo en RPP: “no se trata de pensar sólo  en la aplicación de medidas punitivas, los gringachos se pueden evitar” si los vecinos logran comprender  que  los niños son su mejor  patrimonio  e inversión valoraremos por qué los parques de juego son una obra que todos tenemos que cuidar  y proteger de intensiones perversas. Nuestros niños, son nuestros…de todos. Necesitamos prodigarles  afecto, ofrecerles  esparcimiento, seguridad y valores desde el seno del hogar y en el ambiente amigable de un parque vigilado y cuidado por toda la comunidad.
Los niños son responsabilidad de la familia y la comunidad…los parques son los espacios a los que tienen derecho para crecer sanos, educados  y contentos.




[1] Servicio de Educación Inicial no Escolarizado para niños de 3 a 5 años construido con la mano de obra de la comunidad.

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