sábado, 19 de febrero de 2011

Comunicación cara a cara y las redes virtuales



Face to Face

Por Maria Teresa Moreno Zavaleta

Mirar al otro para decir lo que pensamos o lo que sentimos no es una práctica muy habitual. Sin embargo, cuando podemos hacerlo es la mejor manera de expresar abiertamente cómo nos sentimos y qué pensamos, mejor aún si el otro nos escucha, comprende y nos ayuda a reflexionar.

Lo cotidiano del día a día a transformado nuestras formas de vida, generalmente andamos presos del tiempo, las distancias nos han alejado de nuestras familias y amigos, sin embargo, los medios virtuales se han convertido en un medio necesario para acercarnos a nuestros familiares y amigos.

Aunque no podamos vernos, sabemos que los otros están ahí expresando y leyendo lo que escribimos o viendo las fotos que colgamos. De cuando en cuando nos hablamos por el chat y listo establecemos comunicación.

El facebook nos ha servido para reencontrarnos con personas que no vemos mucho tiempo y formar nuestra red social que permite que podamos sentirnos acompañados.

Esta mañana se me dio por escribir esta nota, porque estaba reflexionando sobre la importancia de mirarnos a la cara. Ahora que estamos adultos este medio nos acerca más cuando ya conocemos a la personas que nos escriben, pero qué está sucediendo cuando se convierte en un medio para conocer a otros a quienes nunca a mirado a la cara?

Mirarse a la cara es quizás una de las situaciones más intimas que tenemos, ese momento nos inspira confianza, miedo o ansiedad, depediendo de quien es quien nos mira.

Un reciente artículo publicado en Biological Psychiatry postula que la oxitocina es la razón por la que estamos tan inclinados a tener un contacto visual prolongado con nuestros seres queridos. Y la Dra. Kerstin Uvas-Moberg, autora de “El Factor oxitocina”, cree que el contacto visual puede también dar lugar a la liberación de oxitocina. (ver artículo publicado en: http://refugioantiaereo.com/2011/02/contacto-visual-como-afecta-a-nuestro-cerebro)

El contacto cara a cara comienza desde que nacemos y son nuestros padres y cuidadores a los que primero miramos, a quien buscamos con nuestras miradas.

Felipe Lecannelier (2006), en su libro "Apego e intersubjetividad" nos recuerda los encuentros sincrónicos entre madre y bebé aumentan la coherencia del cerebro derecho. El estímulo visual y auditivo proveniente de la madre , expresado en risas, sonrisas, juegos y miradas hacia el bebe, permite esta mayor integración del hemisferio derecho del bebe.La interacción cara a cara entre la madre y el bebé induce la producción de neurotrofinas (nutrientes para el cerebro) generando la creación de sinapsis, plasticidad sináptica y desarrollo de la corteza.

En estos encuentros afectivos recíprocos, el cerebro de la madre también se ve alterado en su dinámica, a través del aumento de la secreción de beta endorfinas que se piensa que estimula la conducta lúdica y da un mayor crecimiento dendrítico.

Por otro lado, según la revista Nature, el centro de recompensa del cerebro se activa cuando alguien hace contacto visual con una persona atractiva. No sólo nos gusta mirar a la gente atractiva, sino que nos hace sentir aún mejor cuando miran hacia nosotros.

La mirada directa también incita una mayor participación de la gente en grupos porque les hace sentirse más incluidos. El Dr. Roel Vertegaal, un experto en la comunicación visual entre los seres humanos, demostró que la cantidad de contacto visual que una persona recibió durante una conversación en grupo fue proporcional a su participación en el grupo.

Es por todo ello, que tenemos que promover el "face to face" para que nuestros niños y niñas nativos digitales tenga la oportunidad de crecer y desarrollarse mirando a los ojos a los otros y recibir consuelo, alegría y seguridad sin tener que hacerlo detrás de un ordenador o cualquier tipo de tecnología que no le permita vivir esta experiencia.

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