lunes, 23 de agosto de 2010

El afecto como base del desarrollo infantil



Una buena relación de apego entre un adulto y un bebe sienta las bases del desarrollo.
Por Dra. María Teresa Moreno Zavaleta
Según sean las características de los adultos, su sensibilidad sobre todo, puede desarrollar en el bebe un apego seguro o un apego patológico (inseguro o desorganizado)

Las investigaciones nos demuestran que el apego seguro lleva a un mayor resultado en el desarrollo físico, emocional y cognitivo, mientras que los niños con apego inseguro crecen con más problemas sociales (relacionarse con otros) y los niños con apego desorganizado son proclives a mayor riesgo de psicopatologías.
El apego seguro es una relación especial entre el bebe y su mamá o quien lo cuida que evoluciona en el transcurso del primer año de vida. El apego no solo implica la existencia de un “lazo afectivo” sino que también se caracteriza por la regulación de la emoción del bebé.
La llegada de un bebe transforma nuestras vidas aún si hemos sido personas que no hemos recibido afecto podemos prepararnos para aprender a dar efecto interactuando con nuestro bebe. A medida que sentimos como el bebe responde a nuestras expresiones de afecto y cuidado nos hacemos mejores personas.
Los adultos podemos aprender como establecer un vínculo afectivo seguro con nuestro bebe. Este aprendizaje requiere entrenamiento y apoyo.
Hay cinco prácticas claves que nos permiten fortalecer el vínculo afectivo:
1. Contacto precoz, piel a piel inmediatamente después del parto.
2. Lactancia materna, asegurando un inicio temprano en la primera hora de nacido y manteniendo la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y continua hasta los dos años de edad.
3. Promoviendo permanentemente la interacción afectiva a través de la interacción cara a cara, la mirada, los gestos, la comunicación no verbal y verbal, dialogando con el bebe, hablando y callando (haciendo una pausa) para escuchar las respuestas del bebe cada vez que le hablamos.
4. Jugando con el bebe, a través de cantos, cuentos y utilizando diferentes juguetes que pueda explorar y manipular. Cargarlo, mecerlo, pasear con el bebe.
5. Practicando diariamente un tiempo para realizar masajes infantiles, que promueva el respeto y la tolerancia. Respetando su sueño y permitiendo que el bebe disfrute del masaje siendo también este un espacio de interacción, observación, juego y comunicación.
Recordemos que no sólo las mamás pueden brindar afecto, también debe participar el padre, los hermanos mayores y otros miembros de la familia, a más interacciones mayores será su riqueza de experiencias que marcaran sus vidas, es importante que las familias numerosas refuercen un mismo patrón de apego, de lo contrario puede ocasionar confusión e inseguridad en el bebe.

La privación afectiva trae como consecuencia niños y niñas inseguras, inestables, altera el sistema inmunológico (de defensa) y se enferma más.
Asimismo la negligencia y el descuido ocasiona menor atención al bebe, bajo peso y puede llevarlo a la desnutrición crónica o malnutrición infantil (este es el tema que actualmente estoy investigando).
Una sobreprotección o madres con ansiedad o estresadas trasmiten sus estados anímicos a sus bebes haciéndolos más llorones e irritables.
Una mamá que desea establecer un buen apego debe enseñar a su bebe a sobreponerse rápidamente a situaciones estresantes como por ejemplo a la vacuna. Los bebes con apego inseguro no pueden reponerse por sí mismo a situaciones estresantes, generando en muchos casos angustia y desesperación.
Los bebes que son privados de buenos tratos, de cariño y diversas expresiones de afecto, tendrán muchos problemas para valerse por sí mismos y relacionarse con los demás, la inseguridad no le permitirá explorar con libertad y mejorar sus capacidades intelectuales.
Por último recordemos que el afecto se da en todo momento, no es algo subliminal o inalcanzable, es algo concreto, los bebes provistos de afectos tienden a ser más comunicativos con sus padres y desarrollan mayores capacidades para enfrentarse a la vida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, soy Mª Pau, educadora de masaje infantil en Valencia, España.
Te agradezco tus palabras ya que refuerza mi convicción hacia el trabajo que desempeño que es el amor a la infancia y en definitiva a nosotros mismos.
Todos y todas hemos sido niños alguna vez y cuando nos hacemos adultos se nos olvida.
Un saludo con ánimo en tu camino, gracias

Maria Teresa Moreno Zavaleta dijo...

Gracias Paula por escribir, comparto tu motivación por promover la importancia de la interacción afectiva, sobretodo en los primeros años de vida, los bebes necesitan de sus padres y somos los adultos los que podemos darles seguridad, protección y desarrollar al máximo las capacidades de los niños y niñas, es su derecho.