sábado, 7 de enero de 2012

Efectividad de programas internacionales basados en visitas domiciliarias continúas


Cada vez existe más evidencia que los programas de visitas domiciliarias continúas generan resultados positivos tanto para niños y niñas pequeños/as como para sus padres. Se han observado múltiples efectos, entre los que destacan principalmente5:
• Mejoramiento de las habilidades parentales y en la relación padres, madres y sus hijos/hijas.
• Reducción en los problemas conductuales en los niños/niñas.
• Reducción de las situaciones de peligro en el hogar.
• Mejoramiento de la calidad del ambiente familiar.
• Reducción en la frecuencia de accidentes en el hogar.
• Mejoramiento de la calidad del apoyo social destinado a los padres.
• Aumento en la detección y manejo de la depresión post-parto.

Las habilidades de los prestadores de salud y de los profesionales que realizan las visitas domiciliarias en el desarrollo de una relación adecuada con las familias, han sido consideradas como fundamental para mantener la adherencia de la familia y apertura antelas intervenciones realizadas durante las visitas al hogar. La buena calidad del servicio y el apoyo oportuno a los padres reduce las inequidades sociales en salud, previene las enfermedades mentales y promueve el desarrollo social y educacional del país6.
Una revisión sistemática de la efectividad de los programas7 mencionados anteriormente que han utilizado la visita domiciliaria como una intervención central aunque no exclusiva arrojó los siguientes resultados:
El programa Early Head Start (EHS) mostró un mejor desarrollo cognitivo, socioemocional y del lenguaje m edidos a los dos años, y a largo plazo una mayor tasa de graduación de los niños y niñas en educación secundaria. Por otro lado, las madres mejoraron sus competencias, sensibilidad, conocimientos, y fueron capaces de mejorar la calidad del ambiente del hogar. Se observó que la tasa de lactancia en este grupo se aumentó a un 26% comparado con un 16% del grupo control (GC).
Las madres reportaron menores tasas de maltrato infantil (47% vs. 54%) comparado con GC, así como los niños presentaron menos comportamientos agresivos (96% vs. 56%) y menores tasas de delincuencia medidas a largo plazo.
Por otro lado, el programa Head Start mostró que los niños/niñas del grupo intervenido presentaban a los dos años: un mayor desarrollo cognitivo y del lenguaje, menor tasa de maltrato infantil y menos comportamientos agresivos. A su vez, los padres del programa presentaron una mayor estimulación lectora al niño en el momento de acostarlos, ejecución de mejorías en la calidad del ambiente del hogar, mejores relaciones madre hijo. Mediciones a largo plazo mostraron un mayor rendimiento académico de los niños y niñas, mayores tasas de graduación e ingreso universitario; así como también bajos índices de delincuencia en seguimientos longitudinales.
Entre los programas dirigidos a adolescentes destaca el proyecto Elmira, con efectos positivos en resultados de salud física de la madre y del niño/niña; menores tasas de hipertensión arterial en el embarazo, disminución del consumo de tabaco, mejor nutrición materna y los bebés pesaron en promedio 400 grs. más al nacimiento que el grupo control. Este programa mostró efectos importantes en la disminución del maltrato infantil: de un 19% a un 4% medidos después de la intervención y un 32% menos de consultas a la posta de urgencia, por consultas de accidentes o maltrato/negligencia. Según reportes de esta intervención se disminuyó el maltrato y negligencia infantil en un 48% y a largo plazo se redujo la conducta delictiva medida a los 15 años, por ejemplo; se observó una disminución de arrestos desde un 0.27% a un 0.16%.
Por último, el programa Sure Start reportó una disminución de un 10% de niños que necesitaban la aplicación de sistemas de protección especial, un 86% de las madres reportó una mejoría en sus habilidades parentales y los niños de madres adolescentes presentaban mas conductas valoradas positivamente.
Se comprobó también que las visitas intensivas a familias vulnerables realizadas por profesionales, principalmente enfermeras entrenadas, son 50% más exitosas que las realizadas por técnicos o voluntarios8. Sin embargo hay otras revisiones sistemáticas que han encontrado efectividad específica en algunos resultados para enfermeras y en otros resultados para técnicos entrenados en VD, los que concluyen que lo importante es saber qué tipo de familia debería ser visitado por qué tipo de personal, si profesional o técnico, y para qué tipo de objetivos.

Referencias:
5 Heaman, Chalmers, Woodgate & Brown, 2005
6 J. Barlow; H. Davis; E. McIntosh; P. Jarrett; C. Mockford; S. Stewart-Brown; 2006
7 MINSAL, Depto. Salud Mental, 2007, Intervenciones basadas en la evidencia en el ámbito de la promoción de la salud mental en familias con niños de 0 a 6 años, una revisiónsistemática de la literatura
8 Lowe,2007.

Extraído de la Guía de Orientaciones técnicas: Visita Domiciliaria Integral para el desarrollo psicosocial de la infancia. (Tercera versión, 2009)
Chile Crece Contigo
Ministerio de Salud,

http://www.crececontigo.cl/wp-content/uploads/2010/01/Orientaciones-T%C3%A9cnicas-Visita-Domiciliaria-Integral-para-el-Desarrollo-Biosicosocial-de-la-Infancia.pdf

También pueden revisar el siguiente artículo publicado en el año 2010: Características, efectividad y desafíos de la visita domiciliaria en programas de intervención temprana, por María A. Kotliarenco, Esteban Gómez, María M. Muñoz y Marcela Aracena.

http://www.scielosp.org/pdf/rsap/v12n2/v12n2a02.pdf

Foto: Visita Domiciliaria, Qatari Wawa Ayacucho.

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